La indignación recorre Córdoba, Argentina, tras la difusión de un perturbador video que revela el maltrato infligido a un bebé de siete meses por parte de su niñera. Las imágenes, captadas por una cámara de seguridad instalada en el hogar de la familia, muestran a la cuidadora extrayendo al pequeño de su cuna con brusquedad, para luego azotarlo contra una cama donde pretendía cambiarle el pañal. La violencia ejercida contra el indefenso bebé ha generado una ola de repudio en las redes sociales, donde el video se ha viralizado rápidamente.

La madre del pequeño, Georgina, relató con angustia cómo presenció el maltrato en tiempo real a través de una aplicación conectada a la cámara. Un presentimiento, una serie de malestares físicos y una creciente angustia la impulsaron a revisar las grabaciones, descubriendo así la terrible realidad que se ocultaba tras la aparente normalidad. "Me empecé a sentir mal, a tener dolores físicos, dolor de pecho, sentir angustia, por eso empecé a revisar todo", confesó Georgina, quien previamente ya había revisado las grabaciones sin encontrar nada sospechoso, salvo una ocasión en la que la niñera le levantó la voz al bebé, hecho por el cual ya había recibido una advertencia.

El impacto del descubrimiento ha sido devastador para la madre, quien asegura que existen más videos que evidencian un patrón de maltrato. Según su testimonio, las grabaciones muestran al menos cinco ocasiones en las que la niñera propina cachetadas al bebé, además de cubrirle la cara con una manta durante la alimentación. La gravedad de los hechos la lleva a afirmar, con la voz quebrada por la angustia, que de no haber llegado a casa a tiempo, su hijo podría haber perdido la vida. "Casi me lo mata", declaró conmocionada.

La fiscal Celeste Blasco ha imputado a la niñera por el delito de lesiones leves, un cargo que podría agravarse a medida que avance la investigación y se recopilen más pruebas. La justicia deberá determinar la responsabilidad de la acusada y aplicar las sanciones correspondientes. Mientras tanto, el caso ha reabierto el debate sobre la importancia de la selección cuidadosa del personal encargado del cuidado de los niños, así como la necesidad de implementar medidas de control y vigilancia que garanticen su seguridad y bienestar. El testimonio de Georgina sirve como una dolorosa advertencia para otras familias, recordándoles la vulnerabilidad de los más pequeños y la necesidad de estar alerta ante cualquier señal de alarma. La conmoción en Córdoba es palpable, y la sociedad exige justicia para el pequeño víctima de este lamentable episodio de maltrato infantil.