
25 de junio de 2025 a las 00:00
Lyon, el gigante caído
La noticia ha caído como un jarro de agua fría en el fútbol francés: el Olympique de Lyon, un gigante histórico de la Ligue 1, descenderá a la segunda división. Tras una temporada que los vio terminar en la sexta posición, lejos de los puestos de descenso deportivo, la Comisión de Control de Clubes Profesionales (DNCG) ha decretado la pérdida de categoría por graves irregularidades financieras. La sombra de la deuda, que asciende a la astronómica cifra de 505.1 millones de euros, ha terminado por engullir al club.
Este descenso administrativo supone un terremoto para el Lyon, una institución que ha saboreado las mieles del éxito durante décadas. Su última experiencia en la segunda división se remonta a 34 años atrás, una época que parecía enterrada en los anales de la historia. Aquel ascenso de 1991 marcó el inicio de una era dorada, con siete títulos consecutivos de la Ligue 1 entre 2002 y 2008, convirtiéndolos en una fuerza dominante del fútbol francés. Ahora, se enfrentan a un panorama desolador, un camino empinado y lleno de incertidumbre.
La decisión de la DNCG, aunque drástica, no ha sido una sorpresa para quienes seguían de cerca la situación financiera del club. Los rumores sobre problemas económicos se habían intensificado en los últimos meses, con informes que apuntaban a una gestión deficitaria y una acumulación de deudas insostenible. La pandemia, la inflación y la falta de clasificación a la Champions League en las últimas temporadas han agravado la situación, creando un cóctel explosivo que finalmente ha detonado.
El impacto de este descenso se sentirá en todos los niveles del club. Desde la pérdida de ingresos por derechos televisivos y patrocinios, hasta la probable salida de jugadores clave que buscarán mantener su estatus en la élite. Nombres que hasta hace poco resonaban en los estadios europeos, podrían verse obligados a competir en la segunda división francesa, un escenario impensable hace apenas unas semanas.
La afición, conmocionada y desolada, se aferra a la posibilidad de una apelación. El club ha anunciado su intención de recurrir la decisión de la DNCG, iniciando una batalla legal que promete ser larga y compleja. Sin embargo, la magnitud de las deudas y la firmeza de la normativa francesa hacen que el camino hacia la salvación sea extremadamente difícil.
El futuro del Olympique de Lyon se presenta incierto. El descenso a la Ligue 2 no solo representa una pérdida deportiva, sino también un duro golpe a la identidad y al orgullo de un club histórico. La reconstrucción será un proceso arduo y doloroso, que requerirá de una gestión impecable, sacrificios y el apoyo incondicional de una afición herida, pero que seguramente no abandonará a su equipo en este momento crítico. El león, herido pero no vencido, deberá luchar con uñas y dientes para recuperar su lugar en la élite del fútbol francés. El tiempo dirá si logra resurgir de las cenizas o si este descenso marca el inicio de una larga travesía por el desierto.
Fuente: El Heraldo de México