La polémica envuelve una vez más a la influencer Marisol Domínguez Maya, mejor conocida como AimeP3. La joven creadora de contenido se encuentra en el ojo del huracán tras la difusión de imágenes que muestran lo que parece ser un "cementerio de mascotas" en la azotea de su domicilio. La indignación se ha desatado en redes sociales, donde usuarios han compartido fotos y videos de una manifestación pacífica frente a su casa, exigiendo justicia por el presunto maltrato animal.

El detonante de esta nueva controversia fue la muerte de Chiwis, la chihuahua de AimeP3, en marzo de 2025. Según la influencer, la perrita falleció tras ser atacada por otros perros de su propiedad. Sin embargo, lo que ha generado la furia de los internautas es el destino de los restos de Chiwis: una cubeta de cemento en la azotea, junto a los restos de otras mascotas. Imágenes capturadas por un dron revelan la escalofriante escena, que ha sido calificada por muchos como una muestra de crueldad e insensibilidad.

AimeP3 ha argumentado que la muerte de Chiwis fue un accidente, un descuido de su parte. Explicó que sus perros no son sociables y que, lamentablemente, Chiwis se encontró con ellos. Aseguró haber buscado atención veterinaria, pero ya era demasiado tarde. No obstante, esta explicación no ha convencido a muchos, quienes cuestionan las condiciones en las que vivían sus mascotas.

La controversia se ha agravado por la supuesta "tradición familiar" de conservar los cuerpos de las mascotas en cubetas de cemento. Esta práctica, revelada por la propia AimeP3 en el pasado, ha sido recibida con repudio por gran parte de la comunidad online, quienes la consideran una falta de respeto hacia los animales. La imagen de las múltiples cubetas en la azotea, silenciosos testigos de la muerte de varias mascotas, ha impactado profundamente a la opinión pública.

Este no es el primer incidente que relaciona a AimeP3 con el maltrato animal. En 2015, la influencer ya había sido señalada por las condiciones en las que mantenía a sus perros de raza grande, quienes presuntamente vivían en un espacio inadecuado para su tamaño y necesidades. Este antecedente ha alimentado aún más la indignación y las críticas hacia la joven.

El hashtag #JusticiaParaChiwis se ha convertido en un grito de protesta en redes sociales. Usuarios exigen una investigación exhaustiva sobre el caso y que se sancione a AimeP3 si se comprueba el maltrato animal. La presión social aumenta, y el futuro de la influencer como creadora de contenido pende de un hilo. ¿Será este el fin de su carrera en redes sociales? ¿O logrará sortear una vez más la controversia? El tiempo lo dirá. Mientras tanto, el debate sobre el trato digno a los animales y la responsabilidad de los influencers continúa en el espacio digital. La indignación por la imagen de las cubetas de cemento en la azotea persiste, recordándonos la importancia del respeto y el cuidado hacia todas las formas de vida.