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24 de junio de 2025 a las 04:15
El Secreto de las Orejas Perfectas
El aroma a pan recién horneado inunda las calles de la Ciudad de México, una fragancia que nos transporta a la infancia, a las panaderías de barrio, a las meriendas compartidas en familia. En medio de la vorágine cosmopolita, un pequeño rincón resiste el embate de la modernidad y conserva la esencia de la tradición panadera: Panfilo. No se trata solo de un nombre, sino de una filosofía, de un compromiso con la calidad y el sabor auténtico.
Panfilo no es una panadería cualquiera. Es un viaje en el tiempo, un regreso a los orígenes, a la elaboración artesanal, a la lenta fermentación, al cuidado minucioso de cada ingrediente. Mientras la industria alimentaria se inclina por la producción masiva y la uniformidad, Panfilo apuesta por la individualidad, por la imperfección que hace a cada pieza única e irrepetible. Javier Dibildox, ingeniero civil de profesión, abandonó los planos y las estructuras para entregarse a su verdadera pasión: el arte de hacer pan. Su inquietud, sumado al talento y la dedicación de Mireya Ruiz, dieron vida a este proyecto en 2014, en el corazón de la colonia Tacubaya.
Desde entonces, Panfilo ha conquistado paladares exigentes con la simpleza de lo bien hecho. Sus orejitas, crujientes y doradas, se han convertido en un referente en la ciudad, un imprescindible para los amantes del pan dulce. Las conchas, esponjosas y cubiertas con una delicada capa de azúcar, evocan los desayunos de domingo, los momentos compartidos alrededor de la mesa. El bigote, con su característico glaseado, nos regala una explosión de sabor en cada mordisco. Y qué decir del panqué, en sus múltiples variedades, una tentación irresistible para cualquier hora del día.
Pero Panfilo no se limita a lo tradicional. Su oferta incluye también una selección de panes salados y repostería fina, elaborados con la misma pasión y el mismo rigor. Cada producto es una pequeña obra de arte, una muestra del talento y la creatividad de sus creadores. Y para aquellos que no pueden resistirse al encanto de Panfilo, la panadería ofrece servicio a domicilio a través de las principales plataformas de delivery, como Rappi, Uber Eats y DiDi Food. De esta manera, el sabor artesanal llega a cada rincón de la ciudad, llevando consigo la tradición y el cariño de las manos que lo elaboran.
Los comentarios en redes sociales no dejan lugar a dudas: Panfilo es mucho más que una panadería. Es una experiencia sensorial, un homenaje a la tradición, un refugio para los amantes del buen pan. Locales y turistas se rinden ante el encanto de sus productos, reconociendo la calidad de los ingredientes y la maestría en la elaboración. Panfilo es una parada obligada para aquellos que buscan sabores auténticos, elaborados con el corazón y la dedicación de antaño. Es una invitación a redescubrir el placer del pan artesanal, a disfrutar de los pequeños momentos, a saborear la vida con cada mordisco. En un mundo cada vez más acelerado, Panfilo nos recuerda la importancia de la pausa, del disfrute, de la conexión con lo esencial. Es una oda a la tradición, un canto a la sencillez, una promesa de sabor y calidad.
Fuente: El Heraldo de México