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24 de junio de 2025 a las 09:25

El Canto Rebelde de Sirena

El redescubrimiento de "Sueño de sirenas" no es una simple anécdota del mercado del arte, es una revelación. Casi veinte años en la sombra, y ahora, en la vitrina fulgurante de Art Basel 2025, este tríptico de Leonora Carrington no solo deslumbra por su precio millonario y el marco labrado por José Horna, sino que interpela, susurra secretos de complicidades femeninas, de un diálogo profundo entre dos mujeres que se atrevieron a desafiar las convenciones de su época. María Félix, "La Doña", un ícono cinematográfico, una mujer forjada en el fuego de su propia leyenda, no buscaba la adulación fácil del pincel, no anhelaba otro retrato que la congelara en la belleza evidente. Buscó a Carrington no para ser vista, sino para ser comprendida. Le confió un sueño, un mundo interior poblado de sirenas, criaturas ambiguas, seductoras y poderosas, reflejos de la propia complejidad femenina.

Carrington, con su maestría surrealista, tradujo ese sueño en una obra enigmática y conmovedora. Tres sirenas, tres facetas de María: la luminosa, la ardiente, la oscura. No un retrato físico, sino un mapa de su alma. Un acto de resistencia en un mundo que insistía en encasillar a las mujeres en arquetipos simplistas. Recordemos los retratos de Rivera y Siqueiros, imponentes, sí, pero imbuidos de una mirada masculina, que la exhibían como objeto de admiración, como símbolo de una belleza exótica y avasalladora. Carrington, en cambio, la escucha, la interpreta, la traduce al lenguaje de los símbolos y los mitos.

Y es precisamente ese gesto, esa confianza íntima entre dos creadoras, lo que convierte a "Sueño de sirenas" en una pieza única. Una obra que nos invita a reflexionar sobre la representación de lo femenino en el arte y en la sociedad. ¿Cuántas veces se nos ha pedido que nos acomodemos a un molde, que renunciemos a partes de nosotras mismas para complacer la mirada ajena? Félix y Carrington se negaron a esa reducción. Nos legaron un testimonio de rebeldía, una afirmación de la multiplicidad y la complejidad que habita en cada mujer.

La reaparición de "Sueño de sirenas" no es un evento aislado. Es un eco que resuena en un momento en que las voces femeninas se alzan con fuerza, reclamando el derecho a narrar sus propias historias, a definir sus propias imágenes. Es una invitación a mirar más allá de la superficie, a buscar el significado profundo en las obras creadas por mujeres, a reconocer la riqueza y la diversidad de sus experiencias. Las sirenas de Carrington, inspiradas en el sueño de Félix, nos recuerdan que la fuerza femenina reside precisamente en esa capacidad de transformarse, de adaptarse, de ser múltiples sin perder su esencia. Y que, como las criaturas míticas que las inspiran, las mujeres tienen el poder de emerger de las profundidades, de resurgir con renovada energía cuando el mundo más las necesita.

Fuente: El Heraldo de México