La superestrella del reggaetón, Bad Bunny, ha generado una ola de expectativas y a la vez, una curiosa dosis de cautela entre sus fanáticos latinoamericanos ante su inminente regreso a los escenarios. En una reveladora entrevista con Vanity Fair, el Conejo Malo, mientras ultima los detalles de su "Debí tirar más fotos World Tour", quiso poner las cartas sobre la mesa con respecto a lo que sus seguidores pueden esperar, y quizás más importante, lo que no deben esperar.

En un gesto de honestidad poco común en el mundo del espectáculo, Benito rompió el silencio y se atrevió a trazar una línea divisoria entre su propuesta artística y la de la icónica Taylor Swift. "Primero que nada, no soy Taylor Swift", declaró, "quiero aclararlo para que no se emocionen tanto: (el concierto) no va a estar organizado de esa manera". Una declaración que, lejos de desanimar, ha despertado aún más la intriga. ¿Qué significa exactamente? ¿A qué tipo de espectáculo se refiere? La ambigüedad de sus palabras ha dado pie a un sinfín de especulaciones entre los fanáticos, quienes debaten con fervor en redes sociales sobre el posible significado oculto tras la comparación.

Si bien Bad Bunny no ha revelado todos los detalles de la gira, sí ha dado algunas pistas cruciales. Ha confirmado que el protagonista indiscutible de la noche será su nuevo álbum "Debí tirar más fotos", aunque también ha prometido incluir algunos de los éxitos que lo catapultaron a la fama mundial. Un guiño a sus fieles seguidores que han acompañado su trayectoria desde los inicios y que esperan con ansias corear sus himnos más emblemáticos. Sin embargo, la gran incógnita sigue siendo el setlist. ¿Cuáles serán las canciones elegidas? ¿Habrá sorpresas? ¿Colaboraciones inesperadas? La incertidumbre se ha convertido en el ingrediente principal de la espera.

El artista boricua ha insistido en que la gira será "una gran fiesta", una experiencia a la altura de lo que sus fans están acostumbrados. No obstante, su llamado a la moderación en las expectativas ha resonado con fuerza. "Sigue siendo mucho una gira para 'Debí…', con algunas canciones más viejas incluidas", afirmó. Un mensaje que busca, quizás, evitar decepciones entre quienes esperan una producción desbordante al estilo de Taylor Swift. Una estrategia arriesgada pero a la vez inteligente, que alimenta aún más el misterio y la expectación.

En México, donde ya ha agotado las entradas para sus ocho fechas programadas, la fiebre por Bad Bunny es palpable. A pesar de las advertencias del cantante, la emoción es incontenible. Las redes sociales bullen con comentarios, teorías y predicciones sobre lo que se vivirá en cada concierto. Un fenómeno que demuestra la inmensa popularidad del Conejo Malo y su capacidad para generar conversación incluso antes de pisar el escenario. Ahora, solo queda esperar al gran día y descubrir qué sorpresas tiene preparadas el enigmático artista puertorriqueño. ¿Será una experiencia inolvidable? Sin duda. ¿Será como un concierto de Taylor Swift? Eso está por verse. Y precisamente esa incertidumbre es lo que hace que la espera sea aún más emocionante.