
Inicio > Noticias > Salud Materna
24 de junio de 2025 a las 09:10
Alto a la violencia: Protege a las embarazadas
El camino hacia la maternidad, un sendero de rosas y espinas. Si bien la creación de una nueva vida es un milagro inherente a la naturaleza humana, la realidad para muchas mujeres dista de ser idílica. La violencia obstétrica, una sombra que acecha en los pasillos de hospitales y clínicas, se manifiesta en frases hirientes, prácticas invasivas y negligencias que marcan a fuego la experiencia del parto. "Deja de llorar y ponte a pujar", un eco que resuena en la memoria de quienes han sufrido este tipo de violencia, un recordatorio de la deshumanización que puede imperar en momentos tan vulnerables.
La estadística es implacable: 534 mujeres pierden la vida anualmente en nuestro país debido a complicaciones prevenibles durante el embarazo. Hemorragias, hipertensión y abortos inseguros se convierten en verdugos silenciosos, robando madres a sus familias y futuro a sus hijos. A esto se suma el maltrato psicológico, una realidad para tres de cada diez mujeres que dan a luz, según la ENDIREH 2021. Un dato que nos obliga a reflexionar sobre la urgencia de un cambio profundo en la atención a la salud materna.
La desigualdad, una vez más, se erige como factor determinante. Mujeres de bajos recursos, indígenas y habitantes de zonas rurales se enfrentan a una mayor vulnerabilidad ante la violencia obstétrica. Entidades como el Estado de México, Ciudad de México, Tlaxcala, Morelos y Querétaro presentan los índices más alarmantes, mientras que la mortalidad materna golpea con mayor fuerza en el Estado de México, Veracruz y Chiapas. Un mapa de la desigualdad que revela las profundas brechas en el acceso a una atención digna y respetuosa.
En 2016, con la creación de la Norma Oficial Mexicana NOM-007-SSA2-2016, se encendió una luz de esperanza. Un marco legal que establece los criterios para una atención segura y de calidad durante el embarazo, parto y puerperio. Sin embargo, la realidad se impone: la falta de capacitación continua del personal médico y las condiciones desiguales del sector salud impiden su plena aplicación, dejando a miles de mujeres a la deriva.
La humanización de la atención médica se presenta como un imperativo. Dejar de ver cada nacimiento como un procedimiento rutinario y reconocer la trascendencia de este proceso para cada mujer es fundamental. La empatía, el respeto y la escucha activa deben ser los pilares de una atención que priorice el bienestar integral de la madre y su hijo.
En este contexto, la labor de organizaciones como la Red Materno Infantil se vuelve crucial. Desde 2012, esta asociación sin fines de lucro ha fortalecido a la Secretaría de Salud Capitalina, brindando educación y acompañamiento a mujeres que se atienden en unidades públicas de salud. Más de 50,000 mujeres han recibido su apoyo, contribuyendo a la disminución de la mortalidad materna y neonatal.
La iniciativa de los bebenetos, inspirada en el modelo finlandés, es un ejemplo tangible del compromiso de la Red Materno Infantil. Estos paquetes, equipados con artículos esenciales para los primeros días de vida del bebé, representan un apoyo invaluable para familias de escasos recursos. Un gesto de solidaridad que se suma a los talleres de estimulación temprana y al seguimiento médico, creando una red de contención para las madres y sus hijos.
La participación de Fundación Grupo Andrade en esta iniciativa, a través del armado y entrega de bebenetos, es un testimonio del poder de la colaboración. El voluntariado de los equipos de Análisis de Resultados, Contraloría GA, GWM, RH Corporativo, Flotilla 5 y Nissan, quienes donaron su tiempo y reflexionaron sobre la importancia del cuidado a las mujeres embarazadas, demuestra que la transformación es posible cuando la sociedad civil se une en un propósito común.
Apoyar iniciativas que promueven la dignidad de la niñez desde su nacimiento es una responsabilidad compartida. La Red Materno Infantil nos invita a sumarnos a su causa, a ser parte de la construcción de un futuro donde la maternidad sea una experiencia plena y segura para todas las mujeres.
Fuente: El Heraldo de México