La tragedia se cernió sobre la Sierra de Zapalinamé el pasado domingo, dejando una profunda cicatriz en la comunidad y un vacío irreparable en la familia Torres. Un paseo dominical, una tarde de senderismo en el imponente Cañón de los Pericos, se transformó en una pesadilla cuando la tierra, debilitada por las lluvias recientes, se desprendió sin previo aviso, sepultando bajo toneladas de rocas y lodo los sueños de una familia que buscaba un nuevo comienzo en Saltillo.

Sandra y Rudy, madre e hijo, perdieron la vida en este fatídico accidente. Llegados desde San Luis Potosí con la esperanza de un futuro más brillante, encontraron un destino cruel e inesperado en las entrañas de la sierra. La imagen de su llegada a la ciudad, cargados de ilusiones y proyectos, contrasta dolorosamente con la desolación que hoy embarga a quienes conocieron su historia.

El testimonio de Rodolfo, esposo y padre, estremece hasta lo más profundo. Él, experimentado senderista, guiaba la excursión familiar cuando la montaña se desplomó ante sus ojos, arrebatándole en un instante lo que más amaba. Sus palabras, impregnadas de dolor e impotencia, describen la brutalidad del suceso: "Íbamos llegando al cerro cuando se desgajó y nos cayeron de frente las piedras… le cayeron a mi esposa y a mi hijo…". Una escena que quedará grabada a fuego en su memoria, un eco constante del instante en que la felicidad se transformó en tragedia.

Mientras Rodolfo lucha por su vida en la Clínica 1 del Seguro Social, la comunidad se une en solidaridad con el dolor de la familia Torres. La tragedia pone de manifiesto, una vez más, la impredecible naturaleza de la Sierra de Zapalinamé, un lugar de imponente belleza que esconde peligros latentes, especialmente tras las lluvias. El Cañón de los Pericos, conocido por sus rutas de senderismo, se ha cobrado ya varias vidas, recordándonos la fragilidad de la existencia y la importancia de la prevención.

Las autoridades locales han reiterado la necesidad de extremar precauciones al realizar actividades en la zona, especialmente durante la temporada de lluvias. Se insta a los visitantes a informarse sobre las condiciones climáticas y a seguir las recomendaciones de seguridad, evitando las áreas de mayor riesgo. Es crucial recordar que la naturaleza, aunque majestuosa, puede ser implacable, y que la prevención es la mejor herramienta para evitar futuras tragedias.

La historia de Sandra y Rudy se suma a la larga lista de vidas truncadas por la fuerza de la naturaleza. Su recuerdo, sin embargo, permanecerá vivo en la memoria de quienes los conocieron y en la conciencia de una comunidad que se une en el dolor y la solidaridad. Que esta tragedia sirva como un llamado a la reflexión sobre la importancia del respeto a la naturaleza y la necesidad de tomar medidas para proteger la vida de quienes se aventuran en sus dominios.