
23 de junio de 2025 a las 23:35
Michoacán: Refuerzan seguridad en Tepalcatepec y Buenavista
La sombra de la violencia se cierne nuevamente sobre la Tierra Caliente de Michoacán, dejando tras de sí un manto de miedo e incertidumbre. El brutal asesinato de la alcaldesa de Tepalcatepec, Martha Laura Mendoza, y su esposo, Ulises Ochoa, ha conmocionado a la población y reavivado la urgente necesidad de reforzar la seguridad en la región. Ante la tragedia, la voz del síndico municipal, Víctor Valencia Estrada, se alza con un llamado desesperado al gobierno estatal: la presencia de las fuerzas federales no puede ser efímera, debe ser una constante. "La gente tiene miedo, está asustada", declara Valencia, palabras que reflejan el sentimiento generalizado de una comunidad que se siente vulnerable ante el poder del crimen organizado. El eco de sus palabras ha llegado hasta el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, quien ha asegurado que tanto Tepalcatepec como Buenavista contarán con el resguardo permanente de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Guardia Nacional (GN).
Esta promesa de seguridad se traduce en la presencia constante de militares y guardias nacionales patrullando las calles, estableciendo retenes y realizando operativos para disuadir a los grupos delincuenciales. Sin embargo, la magnitud del reto es inmensa. La Tierra Caliente es un territorio complejo, marcado por la presencia histórica de grupos armados y una geografía intrincada que dificulta las labores de vigilancia. Si bien la presencia del Ejército y la Guardia Nacional representa un alivio temporal, la población exige soluciones a largo plazo que trasciendan la simple contención. Sesenta policías municipales y de la Guardia Civil resultan insuficientes para proteger a una población que se siente asediada. "Necesitamos más", insiste el síndico Valencia, "entre mayor seguridad más comodidad para los habitantes de Tepalcatepec, sobre todo en las comunidades".
El clamor de Valencia no se limita a la cantidad, sino que apunta a la calidad y la estrategia de la seguridad. Se requiere una mayor coordinación entre las distintas fuerzas de seguridad, una inteligencia eficaz que permita anticiparse a los movimientos de los criminales y, sobre todo, una estrategia integral que aborde las causas de la violencia, no solo sus consecuencias. La Tierra Caliente necesita más que botas en el terreno. Necesita inversión social, oportunidades de desarrollo y un tejido social fortalecido que le permita resistir el embate del crimen. La seguridad no puede ser solo una respuesta reactiva a la violencia, debe ser una política proactiva que construya un futuro de paz y tranquilidad para los habitantes de la región.
El asesinato de la alcaldesa Mendoza y su esposo es un trágico recordatorio de la fragilidad de la paz en Michoacán. La respuesta del gobierno estatal, con el despliegue de fuerzas federales, es un primer paso necesario, pero no suficiente. El verdadero desafío reside en construir una estrategia de seguridad integral y sostenible, que garantice no solo la protección de la población, sino también el desarrollo y la prosperidad de la región. La Tierra Caliente merece vivir sin miedo. Es hora de que las promesas de seguridad se conviertan en una realidad tangible para sus habitantes.
Fuente: El Heraldo de México