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23 de junio de 2025 a las 22:55
Lluvias apagan incendios, pero causan estragos
Las intensas lluvias que azotaron Hidalgo han dejado una estela de preocupación y acción por parte de las autoridades y la población. Tres ríos, en Alfajayucan, Chilcuautla y Tezontepec, se desbordaron, obligando a evacuaciones en las zonas de mayor riesgo. La fuerza del agua en Alfajayucan causó estragos en la carretera El Calvario-Boxtho, arrastrando piedras, lodo y árboles, dejando a su paso una imagen de la potencia de la naturaleza desatada. En Chilcuautla, el desbordamiento en la zona del parque acuático Tlaco obligó a su clausura, mientras Protección Civil evalúa los daños. El río Salado, en Tezontepec, también se desbordó cerca de San Isidro Presas, cubriendo un puente y provocando inundaciones que, por fortuna, duraron solo unas horas, aunque un campo de futbol en Acayutlán quedó bajo el agua.
La mirada vigilante se mantiene sobre el río Tula, cuyos niveles han ascendido, aunque sin representar un peligro inmediato para la población ribereña, trayendo a la memoria las inundaciones de septiembre de 2021. La alerta también se extiende al río Moctezuma, en Pisaflores, donde el riesgo persiste y se preparan albergues temporales. La Conagua reporta que las presas del sur del estado están al máximo de su capacidad, una situación que exige una gestión cuidadosa del agua. En respuesta a esta emergencia, la SEPH ha suspendido clases en las escuelas afectadas.
En paralelo, el Gobernador Salomón Jara Cruz inició el censo para damnificados en 12 municipios afectados por el huracán Erick, cuyas consecuencias, según el mandatario, superan a las del huracán Paulina. Se estima una recuperación de seis meses en las zonas afectadas. El Gobernador destacó la rápida respuesta, cubriendo el 95% de la zona dañada en menos de 48 horas, y agradeció la visita de la Presidenta Claudia Sheinbaum, quien realizó un sobrevuelo y visitó una comunidad afectada, demostrando su compromiso con la población. Jara Cruz anunció su próxima visita al Istmo de Tehuantepec para apoyar las zonas afectadas por el desbordamiento del río Los Perros, donde miles de viviendas sufrieron daños.
El balance de los daños revela la magnitud del desastre: 16 municipios costeros con cultivos devastados (más de 1650 hectáreas de papaya, plátano, limón, palma, coco y mango), afectaciones a la ganadería y pesca, y más de cuatro mil personas afectadas por la cancelación de vuelos en Puerto Escondido. Se reportan también afectaciones menores en unidades médicas de la Costa e Istmo de Tehuantepec, y se han distribuido miles de litros de agua potable y canastas alimentarias a través del DIF Estatal. Afortunadamente, las enfermedades reportadas entre los damnificados, principalmente infecciones de garganta, no revisten gravedad.
Mientras tanto, en Sinaloa, tras meses de sequía, las lluvias de este fin de semana traen un respiro al campo. Las precipitaciones, especialmente intensas en las zonas serranas colindantes con Chihuahua y Durango, benefician a los productores agrícolas que enfrentaban serias dificultades por la falta de agua. Se espera que las lluvias continúen durante junio, con acumulaciones significativas en la sierra, valles y costa. Arroyos como el de Chirimole, Comoa, San Javier y Choix aportan agua a las presas El Salto, Bacurato y Miguel Hidalgo, respectivamente, y se reportan escurrimientos hacia varias sindicaturas. Protección Civil se mantiene alerta ante posibles crecidas o deslaves, exhortando a la población a tomar precauciones.
Finalmente, una excelente noticia para Sinaloa: tras el periodo de lluvias, no se reportan incendios forestales activos, marcando el fin de una crítica temporada de incendios que consumió miles de hectáreas, especialmente en la Sierra Tarahumara. Las lluvias no solo han extinguido el fuego, sino que también han comenzado a recargar los cuerpos de agua en una entidad que padece una severa sequía. Una luz de esperanza en medio de la adversidad.
Fuente: El Heraldo de México