La trama se complica. Tras la bomba que soltó Ivet Playà sobre su supuesta relación con Alejandro Sanz, el panorama mediático se ha convertido en un hervidero de especulaciones, desmentidos y ahora, posibles acciones legales. Lejos de amainar, la tormenta mediática en torno al cantante parece intensificarse con cada nueva revelación. Según fuentes cercanas al artista, Sanz no se quedará de brazos cruzados ante las acusaciones de Playà y estaría preparando una demanda por difamación. Este giro en los acontecimientos añade una nueva capa de complejidad al ya de por sí intrincado relato.

La periodista Nuria Marín, quien ha seguido de cerca el caso, ha sido la encargada de desvelar esta información. De acuerdo con sus fuentes, los abogados de Sanz ya estarían trabajando en la demanda, que se centraría en las declaraciones vertidas por Playà tanto en su video viral de TikTok como en la explosiva entrevista concedida al programa "¡De Viernes!". Aunque aún no se conocen los detalles específicos de la demanda, la sola mención de acciones legales ha generado una ola de reacciones en redes sociales y medios de comunicación. ¿Será este el punto final de la controversia o el inicio de una batalla legal aún más intensa?

Pero la información aportada por Marín no se limita a la posible demanda. La periodista también ha puesto en tela de juicio la veracidad de algunos de los relatos de Playà. Tras contactar con personas del entorno de Sanz, Marín afirma que existen contradicciones significativas entre la versión de la joven y la realidad. Uno de los puntos más controvertidos es la supuesta presencia de Playà en la casa del cantante en Madrid. Según las fuentes de Marín, Sanz no residía en España en las fechas mencionadas por Playà, sino en Miami. Es más, la periodista asegura que la propiedad madrileña del cantante ya había sido vendida al futbolista Eden Hazard, desmontando así la posibilidad de los encuentros descritos por la joven.

La asistencia de Playà a los camerinos de Sanz durante la gala de los Premios 40 Principales también ha sido puesta en duda. Marín afirma haber tenido acceso a la lista de personas autorizadas para acceder al camerino del artista esa noche y, según sus palabras, el nombre de Ivet Playà no figuraba en ella. Estos nuevos datos arrojan aún más sombras sobre la credibilidad del testimonio de Playà y alimentan la incertidumbre sobre el verdadero alcance de su relación con el cantante.

La situación se presenta cada vez más compleja y las versiones contradictorias dificultan la tarea de discernir la verdad. Mientras tanto, la opinión pública permanece dividida entre quienes apoyan a Sanz y quienes creen en la versión de Playà. Lo que es innegable es que este caso ha traspasado los límites de la crónica social y se ha convertido en un debate sobre la credibilidad, el poder mediático y las consecuencias de las acusaciones públicas. ¿Qué nuevas revelaciones nos deparará este caso? Solo el tiempo lo dirá.